DÍA 122

Y en el último día en Roma de las SupriChoni... nos levantamos a eso de la 1 peor ir a ver il Ponte Milvio... es decir, el de los candaditos. A mi me parece ideal, porque la historia es chula. Pero elevar las novelas a categoría de Obras Cumbres no me da sino más pistas de que el oro y las gorras hacia arriba han hecho mucho daño a la juventud española. Después de llegar y hacerse las fotos de rigor (yo ya paso... y menos con estas...) fuimos al McDonalds a comer y rapidito a caa que había que coger los bartulos para emprender caminito al aeropuerto. A las 6 estabamos en Anagnina, pero en una irrefutable prueba más de que el tranporte en esta ciudad es horrible... no llego hasta pasados y cuarto, e ibamos todos como sardinas en lata... Entre eso, que da un vueltorro para llegar de padre y muy señor mío, y el atascazo.... menos mal que salimos con tiempo, poruqw yo creo que más de uno perdió el vuelo (no sé cómo la gente hace estas cosas con la hora tan pegada al culo...) El vuelo trascurrió rápido 7(dura una misera hora) y encima durmiendo... Y tras llegar y 50 minutos de bus a un precio astronómico (9 € por trayecto me aprece una clavada...) llegamos a la ChoniCasa. El novio italiano de una de ellas (no se han podido resistir a poner los cuernos... obviouly...) estaba por alli y tras la ducha de rigor fuimos de fiesta a un sitio llamado "The Club". La verdad que el sitio era supercool divino... el ambiente erasmus le resta un poco de categoría VIP (me fascinó ver que Valeria Mazza había estado sentada en el mismo sitio que yo), pero me lo pase muy bien. Quizás un poco de pereza las 7 horas que casi me pase ahi dentro, y demasiado comentario de "niñatontabragamojada"... pero no estuvo mal. Eso sí... me queda pensiente una salida de party milanesa con gente un poco más chic... Y a eso de las 7 y pico... por fin pille la cama... ¡Que ganas! (bueno... nás bien cutrecolchón en el suelo... peor cualquier cosa me venía bien...)