domingo, 6 de febrero de 2011

DÍA 124

Y llegó mi último día milanés... La verdad que aunque la ciudad me gusta y tenia mogollón de ganas de visitarla, mi paciencia estaba llegando a límites insospechados y me aptecía volver a Roma y dejar de aguantar a las reinas del regaetton (como me fastidian cuano la gente opina de algo sin saber NA-DA)... Pero en fin... madrugamos y a eso de las 10 estabamos caminito a ver la Universidad (muy bonita, pero tampoco creo yo que sea algo importante), una Piazza muy chula con una aguja enorme en representación de Milán como ciudad de la moda (mis amigas decíoa que era feo y a mi me apreció divinísimo.... he ahi la clase...), el Castello (muy grande, pero sin nada que llamase realmente la atención) y el Parco Sempione con unas vistas chulísimas al llamado Arco de la Paz... Vamos... qeu según estas mujeres ya habñia visto todo lo importante y dimos media vuelta a casa para ahcer compra y comer. Una de ellas se fue al aeropuerto que ponñia rumbo a Spagna por unos días y yo me quedé por la atrde con la otra (la que conocía de Malta) contando penas e intentando que me cayese bien... pero fue inutil... sólo lo conseguí a ratos (pobre novio italiano... lo tiene amargao... uns buenos cuernos se merece) Por la tarde fuimos dando un paseico hasta el Duomo y tras estar una ratito sentado en la plazita y disfrutando de un maravilloso gofre, emprendimos el viaje de vuelta (no entiendo como se puede ser cristiana, choni, ir de puritana y luego ponerse a hablar en segñun que términos de sus experiencias sexuales... en fin...). Al ratito de llegar a casa, y mientras curioseaba el horóscopo, llegó el novio italiano asiq eu me abri y me fui a mi "camita" del salón a dormir... que en tres horas emprendía rumbo a Roma y había que descansar algo

PD: Conclusión... Milán me gusta, pero hay que vovler con otra compañía sin falta!

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