martes, 16 de noviembre de 2010

DÍA 6O

Y llegó vi superviaje a Siena, Florencia y Pisa. Madrugón de los buenos para estar a las 8:00 en Termini... y como viene siendo una constante en mi vida tener que esperar 25 minutos a que llegen los demás (de echo una casi se queda en tierra con la tontería...) Además, me levanté medio pochito, pero afortunadamente un Ibuprofeno, cumplió su función y como nuevo! El primer destino era Siena y allá que se fue el tren, mientras yo me pasaba casi todo el trayecto durmiendo y escuchando musiquita nueva. Al bajar, la verdad que no parecía que la ciudad prometise mucho, pero una vez llegas al centro Siena es tan cuco... que enamora. Es cierto que no es una gran urbe, y tampoco tiene tantas cosas famosas como otras ciudades italinas (salvo la catedral... bárbara!), pero lo acogedor de sus calles, las cuestas, los rincones... despierta un aura muy confortable... Es tan mona! Alli estuvimos todo el día (con mi mochila a cuestas que pesaba horrores... que dolor de espalda...) visitando la Piazza del Campo, la Catedral (yo creo que es la más bella que he visto nunca... y destaca tanto sobre el resto del paisaje que la hace aún más impresionante), el Museo de la Opera, el Batisterio, incluso la Facultad de Economía que era la más chula del mundo!!!... Vamos, que estuvimos viendo casi todo lo importante... y se ha convertido en una de mis ciudades favoritas! Una pizza para matar el hambre, una caminata hasta el tren (nos perdimos jejejeje) y rumbo a Florencia, nuestro siguiente destino. Volví a quedarme frito en el tren nada más montar... los 9 meses de Geca levantándome a las 5 de la mañana me dotaron de esa capacidad... y ya de noche llegamos a esa ciudad que tanto me apetecía visitar. Utilizamos ténicas Winona (el principio de un largo etcétera) para conseguir un mapita de la ciudad y conseguir llegar a nuestro hostal. La verdad que la habitación, para costar 13 € al día con desayuno, estaba muy bien. Y el hombre era muys impático y nos invitaba acenar, sin que eso entrase en el precio. Pero todo lo que tenía de majo lo tenía de guarro. Y tenía dos perros (uno de ellos, Fiona... horrible... el nombre le venía que ni pintado...) que ivan a sus anchas por la casa , se subían en las camas, chupaban las cosas de la mesa... vamos un asco. Que una cosa es dejar al perro suelto, y otra cosa que en un negocio este jodiendo a la clientela. Pero como a todo el mundo les hacía gracia el perro, a joderse y aguantarse y comerme la mala leche de la puñetera Fiona. Cena, compra en el McDonalds y a dormirse "prontito" (hasta que 7 personas se callan y les da a todos por dejar de hacer bromitas y dormir... lleva su tiempo) que el sábado tocaba turisteo.

PD: Ya colgaré fotos, si puedo. Mi tarjeta ha decidido borrarlas y estoy viendo a ver que puedo recuperar. Puta tecnología!

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