martes, 26 de octubre de 2010

DÍA 39

Y el viernes... más turismo... ¡Qué bien se está andando por Roma en vez de ir a clase! Por la mañana primero fuimos a por provisiones para ocupar el escaso espacio de nevera que me pertenece, y luego a Coliseo para comer con mi tío José y Paco que estaban por Roma de visita, y las obligaciones familiares me hacían inevitable la quedada... bueno... al menos nos invitó a comer. Estuvimos viendo los foros romanos, y luego a comer con ellos con las tipicas conversaciones absurdas de siempre (lo "mal" (a mi me cae estupendamente) que lo hace ZP, la crisis, lo bonito que es Roma...). Y después, nos abandonamos y fuimos cada mochuelo a su olivo, y nuestro olivo fue Vittorio Emmanuele (por dentro no vale un cagao) con Coke incluida, Piazza Venecia, y vueltecilla por las plazas colindantes a los museos capitolinos con vistas al foro... Una maravilla! La verdad que como guía no lo hago nada mal... con un librito y mapa en rsite me apaño divinamente!
Nos vinimos pronto a casa porque teníamos que ir a buscar a Ilda al aeropuerto. Lo malo: desconociamos como volver porque si había retraso nos quedabamo sin bus, y efectivamente, algo de eso pasó... Tras ponernos a ver un rato "Sálvame" y "Closer" (qué grande es esa peli... como me gusta...) se nos hizo rato y por poco perdemos el último bus al aeroporto (llegamos dos minutos antes, pero llegó diez después... como odio el transporte romano!). Y cuando llegamos, el avión no se retrasó mucho y allí llegó Ilda tan feliz como siempre (que ilusión me ahce verles aparecer cúal "Lluvia de Estrellas por la puerta de Salidas", pero el bus estaba petado y nos dejó en tierra. Nos prometieron que vendrían a por nosotros... pero no... nos dijeron que cogieramos un taxi... pero tampoco había. Menos mal que nos lo tomabamos con humor (yo no puedo evitar que me entren ataques de risa en estas situaciones) y junto a una chica española que vivía en Paris nos acabamos montando en el destartalado coche de un trabajador del aeropuerto que por el módico precio de 15 € nos llevo a mi casita y al final nos salió mas barato que el bus (Aviso para niños: Estas cosas no está bien hacerlas, pero mi experiencia en taxis ilegales en Malta hizo que se me quitase preocupación alguna). Llegada a casa, momento "sorpresa ducha", cena rápida, y a acostar (a eso de las tres, more or less, con la tontería) que mañana espera un duro y largo día viendo la Roma más histórica! Jope, en qué città più bella vivo!

PD: Lo siento, pero mañana continuo... que el sueño y el cansancio aún pesa en mi cuerpo!

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